noviembre 01, 2006

La señora y el fotógrafo

Un matrimonio que llevaba muchos años de casados y no tenia familia, suspiraba por un hijo. Por fin, un médico encuentra la causa del problema: el marido era estéril y no podía engendrar.
--¿Ahora qué hacemos, doctor? -preguntan ambos.
--Bueno, algunas parejas recurren a la fecundación "in vitro" o artificial, pero es una técnica muy costosa. Otras parejas utilizan algo mucho más sencillo y natural: buscan un padre sustituto, -dice el médico.
--¿Y qué es un padre sustituto? -pregunta la señora.
Es un hombre seleccionado con mucho cuidado y que hace por una sola vez las funciones del esposo, de modo que la mujer queda embarazada. La señora vacila un poco ya que es bien conservadora y rezandera, pero su marido le dice al doctor que él no tiene inconveniente en adoptar aquello, con tal que su esposa vea realizada su ilusión de convertirse en madre. Pocos días después y por intermedio del doctor, se contrata a un joven y se concreta una cita para que, al siguiente domingo por la mañana, ausente el marido de la casa, vaya a visitar a la señora y cumpla su tarea.
Sucedió, sin embargo, que un fotógrafo de niños, que había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé, se equivocó de domicilio y llegó al de la señora minutos antes.
--Buenos días señora, vengo por lo del niño -se presenta el fotógrafo.
--Mmmssi..., pase usted. ¿Gustaría tomar algo? -dice tímidamente la señora.
--No, muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes -dice el fotógrafo.
--Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación? -dice la señora.
--Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y en el jardín... --¿Pues cuántos van a ser? -se alarma la señora.
--Normalmente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende.
Y sacando del portafolios un álbum le dice: me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a las señoras. Por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito. Lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente. Con nada le podía dar yo gusto y quedar bien. Para colmo esa vez tuve que suspender el trabajo, porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo. La señora estaba estupefacta. Y seguía el fotógrafo: ahora vea estos mellizos, en esa ocasión sí que me lucí: todo lo hice en menos de cinco minutos... Llegué y ¡paf! ¡paf! Dos tomas y ¡mire como salieron los gemelos! La señora estaba cada vez más asustada. Y continua el fotógrafo: con este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa, hasta que le dije: "mire, señora, usted mire hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí". Ella se dio la vuelta y así pude yo hacer mi trabajo. A esta altura la señora estaba a punto del desmayo. Y el fotógrafo guardando su álbum le dice:
--¿Quiere que comencemos ya, señora?
--Cuando usted diga... -dice un poco temerosa ella.
--Está bien, voy a por mi trípode -dice él.
--¿Trípode? -dice, temblando, la señora.
--Sí -comenta el fotógrafo. Es que, ¿usted sabe? Mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni con las dos manos puedo sostenerlo bien... ... ... ¿Señora?, ¿Señora?, ¡Señoraaaaaaaa!

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?





Humor Blogs